Programa nº 153.
El Rincón del ajedrez rinde homenaje y tributo a uno de los jugadores más brillantes de la historia del ajedrez, y quizás uno de los más olvidados, el tártaro Rashid Nezhmetdinov (1912-1974).
Rachid nació en el seno de una familia pobre y con solo cuatro años quedó huérfano, al cuidado de su hermano mayor. Cuentan (no sabemos con qué dosis de verdad o leyenda) que con 11 años estaba jugando al escondite y se topó con un trozo recortado del periódico Smena (Cambio, en español).
En ese papel pudo leer las instrucciones del juego del ajedrez y, lleno de talento y genio autodidacta, se convirtió, poco después, en el campeón de la ciudad de Kazán. El resto de la historia está llena de giros novelescos y podrás oírlo de la mano de Roberto López y Manuel Azuaga. Solo un dato curioso que nos adelanta la dimensión de este humilde personaje: jugó hasta en cuatro ocasiones con Mijaíl Tal, el Mago de Riga, y le derrotó en tres ocasiones. A pesar de ello, Nezhmetdinov y Tal disfrutaron con frecuencia de sesiones de ajedrez rápido que se prolongaban hasta la madrugada, y en las que, al parecer, tomaban mucho té mezclado con vodka.
En 1960 Tal comenzó la preparación para su duelo por el Campeonato del Mundo contra Mijaíl Botvínnik. Aunque Tal se apoyó en gran medida en su amigo y compañero de Letonia, Alexander Koblentz, también incluyó como asesor a Nezhmetdinov, lo que extrañó a muchos en el mundo del ajedrez. Y es que, después de todo, Rashid ni siquiera era gran maestro.
Emitido en El rincón del Ajedrez de Radio Victoria
La frase de esta semana dice así:
"Si el ajedrez fuera sólo belleza, Nezhmetdinov sería el gran maestro más brillante".
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